viernes, 16 de abril de 2010

Cap 3

Llegamos a casa, yo me dirigí directamente a mi habitación, me recosté en mi cama y deje que mis ojos se cerraran solos. Soñé algo muy raro, estaba en una solitaria calle, llovía y hacia mucho frío, divise una sombra entre los árboles, pero no podía ver quien era debido a la oscuridad, aclare mis ojos; era Bill.
- ¡Bill! – lo llame.
Bill se quedo plantado en el suelo sin hacer nada.
- ¡Bill! – lo llame una vez mas, pero Bill hizo caso omiso, levanto una mano agitándola, como diciendo adiós. Una lágrima recorrió su perfecta mejilla. Se dio media vuelta y camino en sentido contrario a mí.
- ¡No! ¡Bill, vuelve! – sentía como la respiración se me iba, de pronto mis pasos pesaban una tonelada, me invadía el pánico, el saber que nunca mas volvería a ver a Bill me desesperaba. Derepente una mano toco mi brazo. Me desperté de golpe.
- ¿Me llamabas?
- ¿ah? ¿Qué? – dije confundida. Al asumir que todo había sido un sueño, pude aclarar mi mente - ¿a que te refieres?
- Dijiste mi nombre como unas tres veces dormida.
- No, no fue nada, solo fue un sueño.
- ¿sueñas conmigo? – arqueo una ceja, sonriendo.
- Ya quisieras.
- Admítelo, no cuesta nada.
- TU sueñas conmigo, admítelo – trate de enojarlo, pero no funciono como había planeado.
- Si, lo admito, sueño con tus hermosos ojos, - acaricio mi mejilla – co tus hermoso cabello, con tu hermosa boca… - a medida que decía esto se iba acercando mas y mas hacia mi, hasta que su boca toco la mía. De veras disfrutaba esto, pero la pregunta era: ¿Por qué?, ¿Por qué de pronto empezaba a sentir cosas tan extrañas?, en serio, no quería esto, nos podría hacer daño a mí y a Bill. ¿Por qué de pronto me importaba lo que le podría pasar a Bill?
Bill se inclino hacia mi, tomo mi rostro y me beso dulcemente, palpando mis labios cuidadosamente con los suyos, el beso de a poco de torno mas apasionado, esto hizo que nuestras respiraciones se agitaran, tomé su cuello para tenerlo mas cerca de mi, no quería que se alejara ni un centímetro, Bill cayó delicadamente sobre mi, lo presione mas contra mi, sentía su piercing juguetear entre nuestras lenguas, de un momento a otro yo estaba sobre Bill, mis manos se perdían en su mohicano, mientras nuestras respiraciones eran cada vez mas agitadas, sus carnosos labios me invitaban a probar de ellos, les hice caso, mordí el labio inferior de Bill, el se estremeció un poco, pero seguimos en lo nuestro. De repente un ruido nos detuvo abrí los ojos como platos y me separe bruscamente de Bill.
- vamos – tomó mi cuello y me acerco hacia el, lo detuve poniendo una mano en su pecho.
- Bill, no por favor – no se notaba muy convencido - …por favor.
Bill suspiro y puso los ojos en blanco.
- esta bien.
Me quite de encima del cuerpo de Bill para sentarme nuevamente en la cama, Bill se paró, se veía desanimado.
- Por favor, Bill – le rogué nuevamente.
- esta bien, esta bien.
Sonreí en forma de agradecimiento y Bill me devolvió la sonrisa.
- buenas noches – Bill se acerco a mi, me tomó de la cintura y me beso dulcemente.
- Buenas noches.
Me recosté sobre la cama sin cerrar los ojos. Esto era muy extraño, de a poco empezaba a aceptar lo que estaba pasando, pero tenia miedo, miedo de que nos descubrieran, miedo de que luego de un tiempo Bill ya no fuera el mismo de ahora, miedo de perderlo y yo no poder soportarlo, miedo de herirlo, miedo de esto anormal que me estaba pasando, se esfumara de un día para otro. Pero no podía ser tan egoísta, y pensar en solo lo que yo quería, necesitaba que Bill dejara de sentir estas cosas extrañas, no quería perderlo, no, eso nunca, pero no podía dejar que pusiera su vida en peligro.
Con mi cabeza revuelta en todos esos pensamientos, mis ojos se fueron rindiendo de a poco.
Al día siguiente me levante, el día estaba nublado, y no me sorprendería si luego lloviera, me fui al living, quería ver televisión para despejar mi mente, pero eso no ocurrió, Bill apareció detrás mío.
- Hola – pegué un salto, no sabia que el estaba ahí – perdón por asustarte – se veía divertido por el hecho de asustarme.
- Hola – me gire para verlo, y Bill me arrebató un beso de la boca. Me separe de el lentamente.
- ¿Qué ocurre? – me miró preocupado, tratando de descifrar en mis ojos que era lo que ocurría.
- Tengo miedo.
- ¿miedo de que? – Bill se acerco a mí quedando nuestras frentes y narices rozándose.
- De esto.
- Tranquila, no pasará nada - me beso dulcemente.
Genial, justo en el momento en el que tengo que parar todo esto, Bill me besa. Los besos de Bill eran como una especie de trampa mortal para mí, pero tenia que ser fuerte, lo aleje de mí poniendo una mano en su pecho.
- No Bill, basta – dije apunto de estallar en llanto.
- Tu… solo quiero que me respondas algo – me quede en silencio - ¿me amas?
- …no puedo… no quiero
- Pero me amas – las lagrimas comenzaron a brotar de mis ojos.
- Bill, no podemos estar juntos
- No me haz respondido.
- Bill, basta. Haz tu vida y yo haré la mía.
- Mi vida es contigo.
Sentí que explotaría en lágrimas, Salí corriendo por la puerta principal, quería alejarme de todo, quería estar sola, pero sabia que no aguantaría por mucho tiempo, necesitaba a Bill. Odiaba necesitarlo tanto.
Corrí con todas mis fuerzas lo más rápido que pude, ¿hacia donde? Ni siquiera yo lo sabía. Cuando los pies ya no me dieron más me eché en el césped, había llegado a una plaza, no había nadie en ella. Lo único que pude hacer al caer al césped fue llorar, llorar como nunca había llorado, amaba a Bill, y eso lo sabia muy bien, pero no podíamos estar juntos, somos unas simples maquinas, dos maquinas enamoradas no le servirían a David, de seguro nos separarían, y eso no lo soportaría. En ese momento deseaba que nada de esto hubiera pasado, prefería no tener sentimientos, y que Bill tampoco los tuviera, a estar haciéndolo sufrir, no soportaba la idea de que Bill sufriera por mi culpa.
Las lágrimas no dejaban de caer de mis ojos, iba una seguida de otra, y no paraban, era como si estuviera llorando todo lo que no había llorado en mi vida.
Levante mi cabeza, ya estaba oscuro. ¿Había pasado todo el día llorando? Me trate de parar torpemente, en el primer intento caí al suelo, trate de pararme nuevamente, y lo logre, apenas. Me fui caminando hacia casa, cuando llegue vi una notita en la mesa.
‘David ha salido, dijo que volvería tarde’
- ¿Bill? – lo llame, pero nadie respondió.
Fui a su habitación, talvez estaba dormido. Abrí la puerta lentamente para no hacer ruido, no quería despertarlo, pero fue en vano, no había nadie. Observe su cama, había una nota: ‘Te amo y siempre te amare. Ve al puente si no quieres que haga una estupidez’.
Empalidecí. Algo en mi se contrajo bruscamente, no quería imaginar a que se refería con ‘estupidez’, no quería imaginar lo peor, pero si ‘lo peor’ ocurría, todo seria culpa mía. Corrí a mi habitación y cogí las llaves de la casa que se hallaban a los pies de mi cama. Salí corriendo de la casa, sentí agua en mi cara, estaba lloviendo, las gotas golpeaban mi rostro como miles de diminutos cuchillos, mis piernas me pesaban, pero seguía luchando contra ellas, no quería que nada le pasara a Bill, y mucho menos por mi culpa.
Llegue al puente en poco tiempo, subí por la pequeña inclinación del puente, pude divisar una figura sentada en el barandal, con los pies fuera del puente, me acerque un poco mas, Bill era esa figura.
- ¡Bill!

3 comentarios:

  1. Wna, sube capitulo, o te azoto!
    XD


    Con mucho cariño la Karol xD

    ResponderEliminar
  2. Lo ame, aunque me recuerda un tanto a twilght saga. Esta genial.

    ResponderEliminar
  3. Está genial y es única, nunca había leído una así :)

    ¿Cuando publicarás?

    Bueno, saludos, continúa

    ResponderEliminar