intro
Muchas veces te preguntas el porque de tu vida, muchas veces pienso que solo fui un error de la naturaleza, que no tengo motivo alguno por el cual vivir, no soy feliz, tengo inútilmente un corazón, ya que este no late, esta congelado en su lugar, y no lo necesito, no tengo alma y todos temen de mi. Solo soy un fenómeno de la naturaleza atrapada en la realidad, una maquina que vive automáticamente, que camina sin destino alguno, que no tiene la capacidad de sentir. Ahí es cuando el destino por una extraña razón decide revertir todo esto, haciendo que pueda imaginar un mundo perfecto, haciendo que pueda volar sin necesidad de tener alas, pero no lo haré sola
volaremos hacia la infinidad juntos y nadie podrá detenernos.
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Cap 1
Era una fria mañana de invierno, tal y como me gustaban, mire por la ventana que estaba a mi lado, observe pequeñas gotas deslizandose por el vidrio, abri la ventana y saque la mitad de mi cuerpo fuera para poder sentir el frio de la lluvia, sentir las gotas chocar contra tu piel era una sensación tan genial.
Mi nombre es Amy, por alguna extraña razon no recuerdo nada antes de los 10 años, vivo en Hamburgo con mi amo David, soy algo asi como su ‘maquina’, Bill es mi compañero ‘maquina’. La cosa es asi: David recibe un llamado, Bill y yo vamos a matar y David recibe dinero, injusto ¿no?.
Bill es un chico alto, tiene 20 años, piel palida, blanca como la nieve, manos perfectas y delicadas, con perfectas uñas, ojos miel, los cuales siempre van acompañados con maquillage oscuro, tiene una nariz perfecta y envidiable, labios rosados y carnosos, y bastante cabello al cual le da volumen y forma de mohica con bastante fijador. Es casi un ser perfecto.
Yo soy pequeña de estatura, tengo 18 años, mi piel es palida al igual que la de Bill, mi cabello es negro igual que bill, tengo pequeñas manos siempre hechas y pintadas a la perfección, mis ojos son intensamente negros, nariz comun, y una boca común, no soy perfecta como Bill, pero tenemos bastante en común.
Sentí el grito de David desde la oficina, me llamaba a mi y a Bill. Me levante de la cama y me fui a la oficina en pijama, y Bill con solo el pantalón de pijama puesto.
- ¿Qué sucede? – pregunte con mi voz fría y automática.
David comenzó a decir lo de siempre, nos comento que lo habían llamado, y nos explico nuestro encargo, para finalizar pronuncio el nombre de una extraña calle a la cual debíamos ir a por nuestro encargo.
Me duché y me vestí rápidamente para ir a donde David nos había ordenado a mi y a Bill. Antes de salir Bill saco una pistola del cajón y se la enseño a David para saber si estaba en lo correcto, David lo aprobó asintiendo con la cabeza. La pistola era solo si la necesitábamos realmente, nosotros matábamos a nuestras presas con nuestras propias manos.
Con Bill nos dirigimos al auto rápidamente, llegamos a una gran casa, entramos silenciosamente, tratando de no hacer mucho ruido, llegamos hasta la cocina, allí había un hombre dándonos la espalda, al parecer no se había dado cuenta de nuestra presencia, Bill me dio la señal con una mirada, yo dirigí mi mirada al hombre.
-¡Psst! - Hice ese sonido para que el hombre se volteara, como supuse lo hizo. Tontos humanos predecibles. Yo clave mi mirada en la suya y el hombre cayo paralizado al suelo.
-OK, vámonos – dije, y me gire para volver al auto, pero una mano tomo mi brazo y me detuvo
-Espera, no hemos comido nada, ¿Por qué no aprovechamos?, tengo hambre.
-Bueno… no tengo nada que perder – sonreí variamente.
Comencé a abrir el cuerpo del hombre con mis uñas, Bill buscaba algo dentro del cuerpo, mientras yo buscaba el corazón de nuestra victima, cuado por fin lo hallé comencé a comérmelo de a pequeños mordiscos, quería disfrutarlo, realmente los corazones eran mis favoritos. Cuando iba en la mitad del corazón le ofrecí a Bill, no quería que se lo perdiera.
-¿quieres? – Le ofrecí
-Gracias – dijo estirando el brazo para coger el corazón a medio comer. Le dio un mordisco y luego me lo devolvió. – toma, no quiero.
-¿no te ha gustado?
-No, no sabe igual a los otros.
Me encogí de hombros y cogí el corazón para engullirlo rápidamente. Luego seguimos buscando algo mas en el cuerpo del hombre que nos apeteciera. Acabamos rápidamente con el cuerpo y solo dejamos algunos restos de el acompañado de sus huesos. El cuerpo se encontraba destrozado en aquella habitación, solo quedaban sus huesos con alguno que otro resto de su carne. Si un humano viera esto seria un trauma para el, para nosotros era completamente normal, como cuando los humanos comían pescado y a este le quedaban las espinas.
Ya se lo que ustedes piensan, fenómenos, si, somos fenómenos, unos animales sin piedad alguna por los humanos, y fuimos destinados a ser así, para siempre.
-Bien, creo que ya es todo, dije levantándome del suelo.
-Espera, hay que quitarnos la sangre.
-Tienes razón.
nos fuimos al fregadero y nos quitamos toda mancha visible de nuestras caras y ropas. Luego volvimos al auto.
-todavía sigo con hambre, Bill.
-¿quieres salir a cazar esta noche? – me propuso
-Esta bien.
Al llegar a casa fuimos directo a la oficina de David.
-¿Cómo les ha ido?
-Bien – conteste – aprovechamos un poco la situación, pero no hemos quedado del todo satisfechos.
-Así que iremos a cazar esta noche – Bill completo mi frase.
-Esta bien, pero tengan cuidado, nadie los puede ver, una vez los vieron, no puede ser que pase eso de nuevo ¿entendido? – había una nota de amenaza en lo que David había dicho. Asentimos.
El día paso muy rápido sin ningún acontecimiento en especial. Llego la medio noche y con Bill nos fuimos al auto, Bill en el piloto y yo en el co-piloto. No sabia a donde íbamos, Bill conducía, y yo me dejaba llevar por el. De repente paramos frente a una playa
-¿la playa? – cuestione.
-Debe haber alguien ¿no?
-Mmm...… esta bien – dije insegura.
Bill se bajo del coche y yo seguí después de el, observamos detenidamente la playa, no había nadie a la vista, solo la fría brisa, las olas y la arena. Bill inspiró aire y sus ojos se tornaron rojos de excitación, el olor a humano hacia eso en nosotros.
-¿Dónde? – pregunto el paradero de aquel humano al cual había olido hace pocos segundos.
Cerré mis ojos, tratando de visualizar su paradero, cuando al fin obtuve la respuesta abrí mis ojos.
-detrás de aquel bote – señale con la mirada a un bote que se encontraba a tres metros de nosotros.
Nos acercamos lentamente, y ahí lo vimos, nuestra próxima victima, nuestro alimento, un pescador durmiendo placidamente. Olí su cuello y mis ojos se tornaron rojos, al igual que los de Bill. Necesitaba que aquel hombre estuviera despierto, si no, no podría paralizarlo. Pase una uña por su cuello, y el hombre de a poco comenzó a abrir sus ojos, cuando pudo ver bien nos observo horrorizado
-¡¿Quienes son ustedes?!– pregunto histéricamente.
Claro, ver a dos personas a media noche muy cerca de ti con ojos y mirada sedienta de sangre, miedo y dolor debe asustar, creo.
cállate y no lo hagas difícil – dijo Bill sonriendo.
-¡¿Quiénes son ustedes?! – pregunto nuevamente subiendo el tono de voz.
-Shtt… no te dolerá – dije con una sonrisa en mi cara.
-¡ayuda, ayuda!
En el momento que comenzó a gritar, clave mi mirada en sus ojos llenos de miedo, el hombre quedo paralizado, entregando inconcientemente todo su cuerpo para ser devorado por nosotros.
Bill enterró sus colmillos en el cuello de nuestra victima y comenzó a dejarlo cada vez con menos sangre en su interior, - no, no somos vampiros, solamente somos fenómenos, si, esa es la palabra correcta.- mientras yo abrí su cuerpo con mis uñas para ir por el corazón, ya comenzaba a parecerme ridículo que sierre cuando cazábamos, iba directo al corazón, era inevitable no ir por el, era delicioso. Iba a comenzar a buscar algo mas que me apeteciera pero algo nos interrumpió a Bill y a mi.
-¡hey! ¿Quién anda allí?
sábado, 27 de marzo de 2010
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muyyy bienn zombie rulz
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